Entiendo de miserias
arrastrándose por las calles de la metrópolis
como águilas heridas.
Entiendo de miserias
calando profundas en el corazón
destruyendo la raiz de la esperanza.
Te vi y te reconocí
vieja amiga de las palomas famélicas
alimentando tu eterna soledad
a orillas de las leyes y estatutos.
Noble anciana de los crepúsculos helados
vagando imprudentemente
por los escaños de la limosna.
Hay cierta sabiduría
en tus andamios sobrecogedores
la insólita experiencia de la nieve
cayendo sobre tu cabellera silenciosa.
Entiendo de miserias
pintadas en los muros de las iglesias
usurpando la tierna imagen de tu rostro
anidando en los retretes públicos
exponiendo los frágiles laberintos de tu alma.
.
Montaje fotográfico de Ian Welden. Copenhague 2005.
Esas miserias que a diario conviven y se rozan con nosotros y que lamentablemente ya hasta resultan tan cotidianas que pasamos los ojos sobre ellas y apenas afectan.
ResponderBorrarLa miseria interior, esa si que la conocemos bien porque todos llevamos una dentro.
Qué diferencia hay entre ambas si afuera es el reflejo de dentro???
Besos Ian, que tengas una buena semana
todos llevamos miserias a cuestas , nadie está libre de ello, por eso aprender a sobrellevarlas es lo sano y natural, que como decía Violeta, aquí no ha nacido nadie con una estrella en la frente
ResponderBorrarexcelente poema Ían, Felicitaciones
besitos y buena semana
Este mundo indiferente cada vez arroja mas a la soledad y a la miseria de la angustia a cientos de
ResponderBorrarviejas amigas de palomas famélicas, pero el hecho de que unos ojos lo vean y lo retraten en un poema como has hecho vos me hace sentir cierto alivio, la humanidad todavía tiene conserva eso tibiecito que se llama alma.
Besos Ian!
La miseria humana va más allá de la ausencia de pan y vestimentas, se refleja en la mirada Ian. He conocido pordioseros con tanto brillo en su mirada, que los he sentido ricos con tanto amor por entregar.La verdadera miseria anida en el corazón.
ResponderBorrarUn abrazo desde la tierra, donde la sangre revienta en los copihues.
Las miserias del corazón son las peores que podemos encontrarnos.
ResponderBorrarLa experiencia que nos da la vida, es la que recoge la sabiduría y donde nos indica donde nunca debemos aparcar nuestras miserias.
Un buen poema, implícito de vivencias que merecen todos mis respetos hacia ti.
Un abrazo grandote, con el consabido calor andaluz.
El mundo está lleno de miseria :(
ResponderBorrarMe ha encantado el poema: cargado de sentimiento y verdad.
Un besito.
Ojalá un día se acaben estas miserias!
ResponderBorrarUn beso o 2 #
Las miserias abundan, reconocer las propias es casi un milagro.
ResponderBorrarDe algo triste, surge un hermoso poema . Bravo !!!!
Mi saludo, Liliana.
Hola Ian.
ResponderBorrar¿Cómo estás?
No es fácil hablar de miserias. Lo has hecho maravillosamente.
Gracias.
Alicia