Me tiendo largo cual mástil derribado
al borde de la tarde serena
haciendo un tranquilo inventario
de las cosas a mi disposición.
A mi derecha el planeta Venus
a mi izquierda el Volcán Osorno
a mis pies alguna vez intrépidos
un tarrito de leche condensada
y volando bajita por ahí
como el alma de mi madre
el tango que siempre me aturde
con su melancólica insistencia:
"...estás en todas mis cosas, amor...
mi sofá
mi jerez
mis anteojos, mi café
mi lecho, mi ajedrez
y tu foto en la pared".
Fotografía de Ian Welden, Valby, Copenhague 2001.
.
Cuando el ser amado está en todas partes suele compartir espacio con las demás añoranzas de amores sean los que sean.
ResponderBorrarIan, eres ternura y buen hacer con las letras y las imágenes.
Abrazos
No menos que tú, Ananda. Mi dulce madre me amamantó con letras e imágenes. Mi padre me dió el arte de mezclarlas como quien mezcla harina con aceite de olivo.
ResponderBorrarMuchas gracias por tus contínuas visitas y palabras.
Un gran abrazo.
Ian.
Nostálgico y hermoso poema, Ian. Lindo homenaje.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo para ti y gracias por pasar por mi blog.
Como siempre ¡nos llegas al alma!. Un saludo, Ian.
ResponderBorrarEn todas partes, por todos los rincones visibles e invisibles....Dentro de un@ mismo...
ResponderBorrarAbrazos
Siempre encantada de leerte, me resultó corta tu poesia! "y volando bajita por ahí
ResponderBorrarcomo el alma de mi madre
el tango que siempre me aturde
con su melancólica insistencia:"
Un abrazo.