"El Arbol de la Vida". Dibujo de Ian Welden. Copenhague 2005.
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Y se me va para siempre
el último día de septiembre
con mi alma por ahí
jugando por los riachuelos
llevándose mi viejo sombrero
olvidado bajo un sauce
asi como los lápices de colores
profundos y honestos
de mi dorada infancia.
Y se me allega
un octubre manso
saltando por los charcos
claro y tibio
como la mano de aquella niña
que me besó en la escuela
el primer día de clases
sin pedir nada a cambio.
Son septiembre y octubre los que pasan?
ResponderBorrarPasamos nosotros, aunque ellos se estacionen.
Saludos
TriniReina, es posible que tengas razón, sin embargo las luces cambian vertiginosamente, los árboles danzan al viento con locura y las hojas del calendario caen al piso con demasiada rapidez como para llevar la cuenta de las estaciones.
ResponderBorrarGracias por tu visita.
Abrazos desde Copenhague La Gélida,
Ian.
Me quedé pegada en el dibujo, veo diversos rostros: alegres, tristes, nostálgicos, pensativos, indefinidos, y uno de ellos colgando del árbol. Si el árbol representa tu vida, y ese tronco un poco delgado eres tú, ¿quién se va cayendo?...
ResponderBorrarUn abrazo Ian.
¡Qué tiernos y encantadores versos! Son como ver mostrarse el sol después de una mañana nublada...como ver un arcoiris...En fin, versos alegres motivadores, con dulces nostalgias de niñez...Y aunque los meses corran aceleradamente y nosotros con ellos, la vida ¡es tan hermosa!, especialmente cuando damos sin pedir nada a cambio, tan solo por el placer de dar como la niña de tus recuerdos.
ResponderBorrarUn saludo
Hola Taty!
ResponderBorrarAlgunos nos agarramos a la vida con furia y otros lamentablemente caen.
Yo sigo en el arbol, con mucha fuerza, disfrutando plenamente y con todos mis sentidos muy agudizados este maravilloso milagro llamado Vida.
Abrazos desde la rama más alta,
Ian.
Gracias Augusta.
ResponderBorrarSí, la vida es un milagro alucinante especialmente en esos momentos álgidos en que la experiencia de existir, de percibir todo lo que nos rodea se agudizan en nuestros sentidos y podemos volar por el universo entero.
Dar sin esperar nada a cambio es definitivamente uno de los principales senderos que conducen a la felicidad.
Abrazos desde esta Dinamarca muy fría pero luminosa.
Ian.
el árbl de la vida tiene un sgnificado muy profundo
ResponderBorrary sí somos abonos para quienes vendrán
besitos de luz
desde un soleado santiago
Juntos, pero no revueltos. Yo, voy como el mono, de rama en rama, a veces arriba, corriendo de los depredadores, a veces, abajo, arriesgando la vida en un impulso de insolencia, pero siempre....¡con el pensamiento en la rama más alta!. Allá donde los sueños.
ResponderBorrarUn saludo desde el calor (en todas sus dimensiones) de Adalucía.
P.D.: tu foto de seguidor no tiene enlace, te tengo en favoritos, si lo pudieras arreglar. Gracias.
Era hermosa la infancia, aquellos septiembres de dulces y sombreros...me lo recordaste, que lindo poema,
ResponderBorrarsaludos,
Se nos va todo y nos vamos.
ResponderBorrarDisfrutemos del hoy y de tenernos.
Buen día, Ían.
Un abrazo enorme desde Madrid.
Un gusto que hayas pasado por mi blog, y entro en el tuyo donde me encuentro un nostálgico y tierno poema.
ResponderBorrarUn gusto Ian, desde esta Buenos Aires, en donde la primavera recién se está haciendo sentir.
Un abrazo y hasta pronto!!!
De vez en cuando, pasaré por aquí a disfrutar con tus versos.Si no te importa, claro está!
ResponderBorrarHa sido un gran placer.
Txema
Elisa, el abono para nuestros hijos e hijas ´debería ser un legado de paz y justicia.
ResponderBorrarLamentablemente, y como tú muy bien los sabes, no es siempre así.
En todo caso creo firmemente en que los seres humanos algún día podremos crear un mundo mejor.
Seré ingenuo?
Abrazos y besos otoñales,
Ian.
Tortugita, hola!
ResponderBorrarEs bueno ir de rama en rama y con cuidado.
Hubo una vez hace miles de años un mono que al se le ocurrió ponerse de pie y caminar erguido.
Fué acusado, apedreado y combatido fieramente por los otros monos más conservadores.
No sé como solucionar lo del enlace. Tienes alguna idea?
Abrazos y besos desde Copenhague ya oscura,
Ian.
Querida Patricia, gracias a ti!
ResponderBorrarYo extraño tanto esos septiembres con volantines y ramadas y la Cordillera de Los Andes nevada encaramándose sobre la hermosa ciudad de Santiago.
Un gran abrazo querida compatriota!
Ian.
Beatriz, te agradezco que hayas venido a visitarme desde tu maravillosa Buenos Aires.
ResponderBorrar"MI BUENOS AIRES QUERIIIIIIIIIIIIIIIIIDO !" cantó tu gran Carlos Gardel.
Un gran abrazo y un beso de este vecino chileno,
Ian.
Hola Txema, es un placer tenerte por aquí.
ResponderBorrarYo también te visitaré desde Copenhague ya en otoño.
Saludos,
Ian.
Querida Laura, ya te lo he antes: CARPE DIEM! CARPE DIEM!
ResponderBorrarEs la única manera de vivir nuestras vidas en armonía con nosotros mismos y nuestro entorno.
Abrazos y besos desde Copenhague ya un poco esotérica.
Ian.
Y es que llega el otoño y con él el desasosiego y la nostalgia de la niñez.
ResponderBorrarHola Alma! Tanto tiempo sin saber de ti.
ResponderBorrarEs muy cierto lo del desasogiego de la niñez.
Jamás me olvidaré de esa niña. Yo tenía diez años de edad y ella también.
Y se fue por ahi... en los laberintos de la vida... Para siempre jamás.
Abrazos desde Copenhague casi casi dormida,
Ian.
Querido Ian, lo que se congela no es tu gélida Copenhagüe, sino la sangre en las venas al leer tus letras. Es tan claro tu decir y tus sentires en poesía que nos enfrenta con una realidad poética que cala los huesos.
ResponderBorrarImpresionante! Un besón porteño
Estimado Ian, preciosas letras en las que transitan sentimientos en estaciones, y el beso inocente que nos dieron un día...
ResponderBorrarAbrazos caribeños
Hola amigo ían un hermoso poema lleno de imagenes nostalgicas del niño aquel muy bonito.
ResponderBorrarBesos que estes muy bien.
Querida Su, y tu me congelas positivamente con tus hermosas palabras.
ResponderBorrarMuchas gracias, aunque pienso que mis palabras son muy humildes.
Un beso y un gran abrazo de quien te admira muchísimo!
Ian
Hola Alborada,
ResponderBorrargracias por vistarme desde tu hermoso Caribe y dejarme tu saludo.
Abrazos desde esta Copenhague recién despertando.
Ian.
Hola querida compatriota Gladys!
ResponderBorrarHace tiempo que no me has visitado.
Gracias por tu visita, que estés mu muy bien.
Un gran abrazo!
Ian.