lunes, 19 de julio de 2010

Cerros y Cerras de Chile

Tú sabes quizás, que aquí en Dinamarca no hay cerros ni montañas.
A lo más, colinitas ingenuas e inocentes.
La última vez que estuve en Chile, sus cerros me impresionaron el alma.
Como si fueran seres vivos y autónomos.

1.-Cerra mijita rica
2.-Cerro maricón3.-Cerro magnífico4.-Cerro en mi espalda
5.-La cerrita inconsolable
6.-Cerro conchesumare
7.-Cerra mamá
8.-Cerro Compadrito Buena Persona


1.-Cerra mijita rica

Cruzando Calle Bandera
me topé con una cerra maravillosa.
Ojos llenos de estrellas solitarias
y su loma suave como la redondez de la luna.


Era una cerra diosa del Dieciocho de Septiembre,
dedales de oro en su follaje verde
y bordados de yuyos en sus faldeos.

¡Cerra mijita rica! le grité
tomándola de un brazo
acompañándola Calle Bandera arriba
donde me abrió su puerta.

Tras esa puerta iniciamos sin preámbulos
el ritual de la cerra y el escalador.
Trepando,
enterrando mi cara en su sima
lamiendo, horadando y gimiendo.



2.-Cerro maricón

Pequeño y alegre
cuan solcito recién lavado
voy dando saltitos calle abajo
para juntarme con mi mamá

Bolsillos llenos de preguntas
y en mis manos
una fe incondicional en la vida.

A la vuelta de la esquina
y de un zarpazo magistral,
un cerro negro como un gato
me hizo despertar.



3.-Cerro magnífico

Yo soy un cerro chileno.
Pasa tus manos por mi lomo y verás.
Soy descendiente del gran caimán prehistórico.
Yo soy un cerro chileno.

Soy arisco y traidor
Pero dulce y fiel cómplice.
Niños vienen a jugar sobre mí
mientras sus madres ríen y conversan.

En mí se esconden amantes locos
satisfaciendo sus más osadas pesadillas
y asesinos caminan por mis recodos sudando sangre
y estudiantes y poetas buscan mi cima
para matarse.

Yo soy un cerro chileno.
Pon tus oídos en mi vientre
y escucharás.


4.-Cerro en mi espalda

Un cerro se me acerca
y se encarama de un salto en mi espalda.
Ahora ando contento por ahí,
jorobado.
cruzando tajamares fantasmas
reflejándome en las vitrinas nocturnas
de La Alameda
orgulloso.


5.-La cerrita inconsolable

Una cerra muy joven
ingenua, solitaria y necesitada de amor,
cayó entre mis dedos.

Yo la acepté
la quise y la consolé
para después con estos mismos dedos
tirarla a la calle.

Y tanto fue el amor que le di
que jamás ha podido olvidarme.
Loca de desconsuelo
anda por las calles y acequias
gritando mi nombre.

Y yo, ya tan viejo y tan solo
me muero
sin tener idea de esto.


6.-Cerro conchesumare

Con la cabeza metida entre las manos
caminé llorando
emitiendo ruiditos propios
del estudiante en pena.

Un cerro conchesumare
me agarró a puro combo sucio,
me robó los libros, chaqueta y zapatos
y me dejó por ahí escupiendo dientes.
Ergo, la necesidad existe
me sorprendí pensando
intentando ponerme de pie.


7.-Cerra mamá

Voy arrancando de mí mismo
una siniestra noche Santiaguina
cuando una espeluznante cerra gigantesca
me sale al paso.
Cabellera de medusa y un biberón en sus manos
me instala en el bus número 50
y me manda para la casa. 


8.-Cerro Compadrito Buena Persona

Allá abajo en el ultimo recodo de la nación, donde lunas y soles y nieves
y generosos puñados de estrellitas picadas finas y poderosas cucharadas
de vientos australes se cuecen a fuego lento sobre una viejísima estufa
a carbón de Lota, el Cerro Compadrito Buena Persona (cerro de gran
reputación local) nos admitió en su reino.

Anfitrión perfecto, desenrolló a nuestros pies una alfombra de hierbas
buenas y cubrió con respeto nuestras peripecias eróticas con araucarias
milenarias y rojísimos copihues.

Nos invitó a cenar maquis y piñones y nos dio de beber misteriosos vinos
afrodisíacos de vertientes cuyas raíces nacen en los intestinos de la luna.

En profundo silencio sagrado y ya satisfechos te tantos placeres carnales,
bajamos cuidadosamente de su lomo.

Gracias Cerro Compadrito Buena Persona.

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