El gran ave de la jungla
me observa sin saber qué soy.
El gran pájaro imbécil
se come sus parásitos.
Se yergue sobre sus patas largas y torpes
bamboleándose de aquí para allá
sin tener idea de que existe.
Tan sólo mi agudo ojo estético
y mi magnífica Canon
lo transforman en una obra de arte.
Cuando termino de filmar
editar y añadirle música de Beethoven
me siento en un rincón de mi estudio
esperando a que me paguen
rascándome la cabeza
y comiéndome una banana.
.
Fotografía y diseño de Ian Welden.
.
me observa sin saber qué soy.
El gran pájaro imbécil
se come sus parásitos.
Se yergue sobre sus patas largas y torpes
bamboleándose de aquí para allá
sin tener idea de que existe.
Tan sólo mi agudo ojo estético
y mi magnífica Canon
lo transforman en una obra de arte.
Cuando termino de filmar
editar y añadirle música de Beethoven
me siento en un rincón de mi estudio
esperando a que me paguen
rascándome la cabeza
y comiéndome una banana.
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Fotografía y diseño de Ian Welden.
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Qué poema tan sorprendente y descriptivo, Ían.
ResponderBorrarMe gustó mucho, aunque deja un cierto sabor a hastío, impropio o inusual de/en ti.
Un abrazo gigante.
yo estoy dispuesto a pagar,siempre y cuando el precio incluya a la banana.
ResponderBorrarBesos desde Montevideo
Soy yo de nuevo, recién leí los tres post anteriores(ANCIANA EN CASA DE REPOSO,LA SOLIDARIDAD DE LAS ESTATUAS,CÓMO ALIMENTAR A UN ÁNGEL) y son excelente poemas.
ResponderBorrarEs inusual encontrar en un blog, un decir poético tan singular.
Me has conmovido(y no exagero)
Un abrazo.
IAN!!! :)
ResponderBorrarYo también espero que me paguen pero ni banana como jajaja, al menos podré hacer referencia como reivindicación con este poema tuyo.
Besos!!!