"Si tan sólo viniera el verano
Por esta mañana de invierno
Tenemos frío durante el día
En esta mañana de invierno.
Flores y violetas azules
También las echamos de menos
Pero, ¡oh! ¿qué es eso?
La primera flor de primavera!".
Helene, cuatro años de edad.
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Te extraño, hija mágica.
Tu joven naturaleza nórdica
irrumpe finalmente en el escenario
dejándome solo y extraviado
en esta oscura grieta báltica.
El hermoso país escandinavo
procura que mis manos y mi corazón
sigan manifestándose
a pesar de mi rápido debut
en las complicadas materias
del cruel laberinto de la senilidad.
Yo
tu viejo padre tan austral
llevo aún en mi equipaje
a mi Dios
mi idioma
y mis sueños.
Pero también el ancla segura
de Copenhague
mi amante fiel y blanca.
No me obligues a elegir
entre estos dos mundos
pues traicionaría a ambos.
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Fotografía de Ian Welden
Copenhague 2001.
.
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Ian, con cuatro años... qué poeta, por la diosa!!!
ResponderBorrarTu poema es toda una declaración a corazón abierto, donde la propia tierra tira en sangre y la nueva te ancla.
Así es para los nómadas, exiliados y viajantes, que tenemos el corazón repartido y acabamos siendo parte de todo.
Besos
En un gran corazón caben dos y tres mundos, y el tuyo es grande Ian, muy grande. Felicitaciones a ti y a Helen. Genial.
ResponderBorrarBesos.
mundos que se entrelazan
ResponderBorrarfelicitaciones a la poeta y a ti Ían
el exilio físico a veces no duele más que el de los afectos
besitos y luz
¡¡Preciosos y emocionantes versos, Ian!!
ResponderBorrarTus antepasados debieron ser inmigrantes en Chile... lo digo por tu apellido. ¿Cuál fue su origen? También fueron algo así como exiliados.
Creo que eres de una raza de andariegos, querido poeta.
Me alegro de que tengas una hermosa flia.
Un abrazo.