"Dos mil no es nada."
- Nota: Pinochet, al comparar la cifra de desaparecidos con los 14 millones de habitantes del país, julio de 1994.
Yo sé que estas ahí
de pie junto a la fuente
esta noche solitaria
tiritando de frío y de miedo.
Yo sé que miras
a este viejo cansado
comiéndose un hotdog
a la orilla de la calle
esperando a un taxi
bajo la llovizna otoñal.
Sé también que me temes,
pero no,
yo no soy uno de aquellos,
no llores,
no desconfíes de mí.
He visto a miles como tú
esperando en los parques
o durmiendo bajo los puentes,
desnudos y hambrientos.
Permíteme una pregunta,
¿por qué se quedan?
¿No habrá algún lugar
más apropiado para ustedes?
¿Algún cielo, algún dios?
¿Es tanto vuestro amor por esta tierra?
Después de todo ha transcurrido ya
mucho tiempo desde vuestro apocalipsis.
Bueno, ahí viene mi taxi, adiós.
(Para María, -cuyo apellido no recuerdo-que en paz descanse su alma)
.
Fotografía de Ian Welden. Copenhague 2010.
¡Qué preciosidad de poema! ¡Cuánta sensibilidad!. Me ha gustado muchísmo Ian.
ResponderBorrar¡Feliz día!.
Abrazos. Rosa.
Tu pluma es exquisita, no tengo claro si se quedan por amor a la tierra o porque han llegado a un punto de pasividad sin retorno.
ResponderBorrarSaludos.
Querido amigo, tu poema me ha emocionado. Cuántas almas habran deambulando silenciosamente por las calles del planeta?
ResponderBorrarGracias por actualizar ese problema. Ecribes deliciosamente bien.
Sylvia
Ian, se quedan porque están tristes o en el caso de los dictadores, porque es tal el peso de sus actos que tienen que penar.
ResponderBorrarYo me iré a la galaxia a flotar entre cúmulos y estrellas, pero si por lo que fuera me quedara (qué horror!!!), te aseguro haría la muerte imposible al tío Pinocho por cabrón!!!
Y a algunos más, no creas.
Genial el verso final, eres la caña.
Besos y que las elementas nos encuentren en otra!!!
♥
ResponderBorrarOjalá logren alivio las almas que sufrieron en este plano, que los horrores sufridos dejen de ser.
Un beso entristecido pero con muchísimo amor.
♥
Que hogar más frío las calles y la noche. Se quedan agarrado a lo único que tienen el aire.
ResponderBorrarUn saludo Ian
Ian, me ha escarnecido tu poema, ya hace días que muy sensible y dolorida de alma con tantas injusticias. Pinochet...que Dios le perdone, porque humanamente sé que perdonar a un criminal cuesta, pero no es imposible.
ResponderBorrarAgradecida por tu comentario. Pero , la verdad no sé cómo ayudar a esos niños, sólo me queda la protesta y la oración.
Con ternura
Sor.Cecilia
Cuantas almas en pena siguen por ahí...desoladas aún...sin encontrar sosiego ni paz.
ResponderBorrarUn abrazo.
Muy humano este poema, lástima que no puedes hacer nada.
ResponderBorrarSaludos cordiales Ian.
Un dolor, Ian. Un gran dolor...
ResponderBorrarBuenas noches.