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Dibujo de Ian Welden, Copenhague 2001 |
y acumulando estos silenciosen una sola voz, la roncavoz entrecortada de Cuba. 90 Lo asesinó un capitancito,un generalito: en un tren[196]le dijo: ven, y por la espaldahizo fuego el generalito,para que callara la voz 95ronca de los cañaverales.
Centro América
Mal año, ves más allá de la espesa
sombra de matorrales la cinturade nuestra geografía?Una ola estrellacomo un panal sus abejas azules 100
contra la costa y vuelan los destellosdel doble mar sobre la tierra angosta...
Delgada tierra como un látigo,calentada como un tormento,tu paso en Honduras, tu sangre 105en Santo Domingo, de noche,tus ojos desde Nicaraguame tocan, me llaman, me exigen,y por la tierra americanatoco las puertas para hablar, 110toco las lenguas amarradas
"La guerra fue del cielo derivada
y en el linaje humano transferida,
cuando fue por la fruta reservada
nuestra naturaleza corrompida;
por la guerra la paz es conservada
y la insolencia humana reprimida;
por ella a veces Dios el mundo aflige,
le castiga, le enmienda y le corrige".
Alonso de Ercilla. LA ARAUCANA.
"Un día llega de lejos
huencufe conquistador
buscando montañas de oro
que el indio nunca buscó
al indio le basta el oro
que le relumbra del sol
levántate Curimón"
Violeta Parra. ARAUCO TIENE UNA PENA.
TIEMPOS DE ESPANTO
Fueron tiempos de espanto
quisiera no recordar
lo que no vieron mis ojos
siempre en mi sangre estará.
Fueron los días de mis viejos
y aunque yo no estuve ahí,
oro por oro, grano por grano
y el arte de mentir y mentir.
Nuestro mar era un secreto
mas llegaron por ese mar
mil seres como nosotros
pero algo no era igual.
Clavaron en nuestra tierra
a un hombre con brazos en cruz
uno por uno, alma por alma
fueron robando la luz.
Será la historia del tiempo
será el poder del poder
fuera lo que se quisiera
nunca cesó de llover.
Tantos millones de soles
sin poderlos contemplar,
no llores negra, llora mi negra
no llores, llora no más.
No cantes hijo, canta mi hijo
canta, no cantes jamás.
Hoy sobre esta colina
siglo y siglos después
siglos sin darle descanso
a espaldas, brazos y pies.
Esos metales malditos
esas mañanas sin luz,
no llores negra, no llores hijo
no llores hombre en la cruz.
Ian Welden, Copenhague 1985.
Un poema excelente, fiero y rotundo que delata la centenaria esclavitud con que los invasores subyugaron y siguen subyugando (África) a los pueblos indígenas en América Latina. En éste caso al pueblo Maupche.
ResponderBorrarTe felicito Ían, me ha dolido en el alma leerlo.
Un gran abrazo,
Sylvias.
Ían, se me olvidó decirte que tu dibujo es escalofiántemente genial!
ResponderBorrarBesos,
Sylvia.
Siempre es una experiencia única pasar por tus letras mi querido Ian, un placer leerte!
ResponderBorrarTe dejo un fuerte abrazo, buen inicio de semana.
PD: Nunca he tenido problemas para comentar en tu sitio,pero si sucede estarás avisado.