jueves, 23 de diciembre de 2010

TOPOGRAFÍA DE UN ABANDONO




Fotografía "El Sendero que a ningún lugar conduce".
Ian Welden. Ciudad de Hvidovre, Dinamarca.


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Mi herida es silenciosa
como la de una paloma sin más mensajes.
Mi herida es de muerte súbita
ya que insinúa tu desleal abandono
con esa cruel indiferencia
con que ya no me mencionas en tus oraciones.
Mi silencio es un órgano sangrante
extirpado a escondidas y de prisa
en alguna clínica clandestina.
Mi silencio es mudo y temeroso
y ya no me quedan más cantos
con qué enamorarte nuevamente.
Mi temor me causa llagas y dolores
y huele a alguna materia infértil.
Mi temor se desliza impune por la nieve
derribando a mis ídolos,
levantando calumnias
y destrozando mis creencias de niño.
Mi dolor es de soledades
de las doce de la noche,
de cielos invadidos por rumores
y de larguísimos senderos
que a ningún lugar conducen.
Mi soledad es mezquina
ya que sólo la comparto contigo.
Mi mezquindad es traidora,
me muerde el alma con su hocico rebelde
cuando reconozco tu rostro
en la torpe topografía de la luna.
¿Será que la distancia
derrota finalmente al amor?
¿O será que el amor
es tan sólo un juguete de lata
que el tiempo se encarga de oxidar?


23 de diciembre de 2010

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