lunes, 31 de diciembre de 2012

CHARLA DE LA DOCTORA MARÍA WALKER



Fotografía y diseño de Ian Welden, Copenhague.

 Este escrito es muy peligroso. Es una bomba que  voy a detonar hoy día. Es una charla pública que la célebre doctora Maria Walker dio anoche en Santiago, Chile.
     Algunos de los presentes se retiraron violentamente e indignados. La mayoría, las mujeres, le rindieron una ovación a la Dra. Walker. Entre gritos de ¡AL FIN! ¡AL FIN ALGUIEN SE ATREVE A DECIR LAS COSAS COMO SON !
     El prestigiado sexólogo danés Ove Chris Rasmussen dijo "esta charla debería haberse dadopúblicamente ya a fines del siglo pasado, nos habría ahorrado a nosotros los seres humanos, seres por naturaleza sexuales, muchos pero muchos problemas...  ...tanto a los hombres como a las mujeres. Gracias Dra. Walker"
     El profesor de ciencias sociales y educación, el  chileno Arturo Páez, dijo "Este es el nivel de educación sexual que necesitamos en los colegios chilenos. Al pan, pan y al vino, vino!"
     Charla de la doctora sexóloga María Walker.
     Es imperiosa la necesidad de desmistificar la sexualidad femenina. ¿Qué va en contra la naturaleza y qué no? A los 15 o 16 años una joven está ardiendo de pasión y necesita ser amada, sentir el contacto de un hombre y pertenecer y ser poseída como lo hacen todos los mamíferos de la naturaleza. Es normal tener sexo con el novio o de vez en cuando con alguien extra . Yo no creo en eso de que sólo acuéstate con el que va a ser tu marido.
     Para una mujer, y todos se lo callan porque bueno es MUJER, es una vergüenza decir:
      "Sólo quiero sexo con esa persona y después, chao". Pero si somos igual que los hombres en ese sentido y la naturaleza y la necesidad que ella nos impone es muy fuerte. Tanto que a veces duelen los senos, y la vagina chorrea como las vacas y es un dolor físico que necesitas  aliviar. Yo no estoy de acuerdo con la masturbación ni con los aparatos... ni tampoco me masturbo porque ....qué aburrido..." Lo importantísimo para mí es que el sexo no se transforme en una desfiguración. Me refiero a sexo estando drogada, con trago y tipo orgía, con sadismo, látigos, cadenas, o sea fetichismo. Pero sí  creo en una relacion sexual a los 16 años con el ser querido y SUPER IMPORTANTE ES LA NO DENIGRACIÓN DE LA MUJER, O SEA QUE EL HOMBRE NO LA CONVIERTA EN UNA COSA PUTA .
     También es sumamente importante el cuidado de la vagina. El uso de condones extra buenos y después una ducha con una limpieza ultra prolija. Y control con el ginecólogo no sólo por sifilis,  sida, hongos, tricomonas etc, sino por la deformación uterina que puede suceder en algunas niñas.
      A veces el útero se va para atrás, no es terrible y se vive perfectamente pero duele un poco y las  niñas no saben por qué. Luego en los ovarios a veces salen pequeños quistes que se deben controlar . A lo que voy con todo ésto es que se debe controlar por lo menos cada seis meses con un ginecólogo  o ginecóloga que te diga si tus órganos están bien. A veces se producen inflamaciones de la vejiga  y una sufre cistitis sin saber por qué y toda la vagina y la vejiga y el ano están conectados. Por lo  tanto cualquiera puede inflamarse pero es fácil de curar. El acto anal da miedo. Yo lo entiendo. Algunas amigas me han dicho que pasados los años de tanto tener relaciones anales no controlan el esfínter y  salen mojoncitos en los calzones. Si quieren, pueden decirle todo ésto a vuestras niñas. La verdad es que es una cosa biológica, y al  igual que los machos, las hembras no necesitamos amor para tener relaciones sexuales. No vayan en contra de la naturaleza. Alíense y explíquenles a sus hijas E HIJOS ésto. Es muy importante.
     Cuando el sexo va unido con el enamoramiento mutuo, los orgasmos son increíbles porque el cuerpo y el alma se sienten tranquilos y satisfechos.
     Pero eso de que la mujer necesita estar enamorada de un hombre para tener relaciones sexuales con él, es un mito.
Muchas gracias.
Maria Walker
Asesoría de Margie Welden, La Reina, Santiago de Chile.

domingo, 30 de diciembre de 2012

MILAGRO: UN RELATO DE AÑO NUEVO









MILAGRO: Un relato de año nuevo
 Acostumbro dejar la ventana de mi cocina abierta en los atardeceres. Así puedo ventilar el departamento y tener aire fresco para palear mi asma. La ventana da al jardín común que tenemos en el edificio donde vivo. Es un hermoso jardín con árboles, flores y césped. En él nos sentamos a tomar sol en los veranos y hacer asados mientras los niños juegan. No hay perros, pero sí hay gatos extraviados o sin dueños. Son amistosos y están acostumbrados al contacto con seres humanos. Gracias a ellos no tenemos lauchas ni ratones. Por lo  general no los adoptamos porque en Dinamarca las reglas para la adopción de animales son estrictas y hay que seguir procedimientos costosos tales como exámenes médicos periódicos, vacunas y entrenamiento.. No los paga el Estado, así que los dejamos rondar por el jardín.  Sin encariñarnos con ellos, los alimentamos de vez en cuando y aparecen o desaparecen a su gusto.

Una noche, en vísperas del Año Nuevo, me desperté sobresaltado. Sentí un peso en mis pies, Encendí la luz del velador pero nada había. Intenté dormirme sin conseguirlo. Miré debajo de mi cama y ahí estaba un gato. Me observó con sus ojos verdes. Era un macho de color blanco, muy hermoso. Lo hice salir y lo llevé a la cocina donde saltó por la ventana y desapareció.

Más tarde, mientras yo leía tendido en mi sofá, reapareció. Con un "miau!" se sentó en la alfombra del living . En contra de las reglas le di un plato con leche y se la tomó sin salpicar la alfombra. Agradeció con un "miau" y se acomodó en el sillón a lamerse la boca y los bigotes. Me encariñé con él y mandé todas las reglas al diablo. Siguió viniendo todos los días. Yo lo alimentaba y el escogió mi sillón favorito para dormir o acicalarse. A mis visitas las saludaba  refregándose en sus piernas, ronroneaba y decía"miau". Lo nombré Jorge, para molestar a los daneses ya que ellos no pueden pronunciar este nombre. Les sale algo así como "Ggggué".
Jorge y yo nos hicimos inseparables. Le compré un collar para salir a pasear (como lo estipula la ley) e íbamos a mirar milagros a la Calle Larga de Valby y por las tardes al Café Ciré, donde el dueño Piérre le daba leche. Cuando visitábamos a mi amigo y vecino Niels Winter, Jorge se acostaba en la alfombra frente a la estufa.

Jorge tomó la costumbre de llevarse trozos de carne o pescado cuando salía al jardín. Me llamaba la atención pero no pensé mucho en el asunto. Una tarde el felino estaba inquieto, se paseaba como fiera enjaulada; se negaba a salir a la calle conmigo y esa noche desapareció por la ventana. Yo lo esperaba todos los días y salí a buscarlo en el jardín y en la Calle Larga de Valby. Pregunté en el Café Ciré, pero nada.

Una mañana muy fría, yo estaba sentado ante mi computadora cuando escuché maullidos  en la cocina. ¡Era Jorge! Y  un gatito  con aspecto de recién nacido colgaba de su boca. Lo colocó en el sillón, me saludó con un refregón en las piernas y saltó  al jardín. Volvió a los cinco minutos con otro gatito y luego otro, y otro, hasta que al fin había DOCE GATITOS repartidos en mi cama, mis sillones y mi sofá. Jorge me dio un largo "MIAAAAUUUUUUUU!" y se refregó en mis piernas con un fuerte ronroneo. Partí  al supermercado de la esquina y compré  leche y doce biberones. Alimenté a los gatitos hasta quedarme extenuado, y con un gran signo de interrogación en mi mente.

Por la mañana temprano salí al jardín para mover el cuerpo y respirar aire puro y me encontré con Arne, el barrendero. La mañana estaba heladísima y el césped escarchado. Arne se sorprendió al verme porque ya nadie usaba el jardín en ese otoño tan frío. Entre un montón de trapos viejos en uno de los sótanos vacíos yacía una gata muerta. La esposa de Jorge, supuse.
Ahí entendí el enigma. Jorge no lloraba, estaba orgulloso de su nueva condición de padre viudo, así son los gatos, me imagino. Yo me sentía como un abuelo chocho.

Cuando los mininos crecieron compré doce collares con doce correas y ahora salimos
todos juntos a pasear por la Calle Larga de Valby. Somos un milagro.(Hasta que me pille la policía).
Y bueno, aqui les presento a Pedrito, Gonzalito. Petersito, Birgita, Margarita, Juanito, Johncito, Marita, Merilincita, Violetita, Jorgito e Iancito. Jorge tomó la foto...
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viernes, 28 de diciembre de 2012

Milagro: Ángela y Ángelo y la guerra de Søndermarken

Milagro: Ángela y Ángelo y la guerra de Søndermarken
Ian Welden, 2009.
Montaje fotográfico de Ian Welden, Valby, Copenhague 2009.

Al final de la milagrosa Calle Larga de Valby, suburbio de Copenhague se encuentra el Bosque de Søndermarken. Este es casi una selva, mansa en el día, y desquiciada desde la medianoche hasta el amanecer. 
Allí, en un claro del bosque, viven las almas de Ángela y Ángelo, protegidas por dos casitas de ladrillos y tejas traídas de Chile durante la histórica guerra entre Dinamarca y Søndermarken. 
Durante el dia los valbyanos paseamos tranquilamente entre árboles baobabs y aves del paraíso, loros, simios y fieras salvajes pero no agresivas. Turistas de todo el mundo se sacan fotos con la reina Margrette II mientras los niños juegan con gacelas y venaditos. A medianoche todo esto cambia. A los mortales nos está prohibido, bajo pena de cárcel, entrar al Bosque. Y seres fantasmagóricos aparecen en el Cementerio de Søndermarken para reunirse con las almas de milenarios vikingos, toquis y caciques mapuches, reyes y reinas incas, doncellas y dioses griegos, emperadores romanos y muchos más, a celebrar bacanales en honor a  Baco y luego desaparecer cuando las primeras pinceladas matutinas se presentan. Pero yo, chileno-valbyano, logro burlar a los vigilantes de la Guardia Real, y entro al Bosque por un lugar secreto con mi cámara fotográfica. 
Àngela fue una criatura danesa, pobre, bella e inteligente que vivía sola en una casucha de paja en los tiempos en que el Bosque de Søndermarken era un barrial inmundo hace cientos de años atrás. Ángelo fue un joven  toqui mapuche, muy rico, que llegó al reino danés en sus canoas con sus dioses, sus guerreros y sus princesas, también hace cientos de años. Con su hermosura parda y su genialidad política y guerrera, conquistó la región de Søndermarken y tomó a Ángela como esposa. Ordenó por decreto secar el barrial, construir casitas de madera y plantar baobabs. Estableció así las bases del Parque de Søndermarken que luego se transformaría en el actual  bosqueselva.. 
Ángela fue sorprendida por un amor poderoso por el toqui y éste la nombró Soberana Magnánima del Reino de Søndermarken. En su primera acción la soberana ordenó a los guerreros de Ángelo traer de Chile ladrillos y tejas para construir las dos casitas en la cuales vivirían. Decretó que El Pillán era el Dios de los søndermarkinenses y el AdMapu su libro sagrado. Expulsó a los clérigos y políticos y mandó a construir el templo del Pillán para reunirse, orar y hacer las leyes. Fue una época de paz y abundancia. Sus silos llenos de granos, sus corrales abastecidos de llamas y huanacos. Sus fértiles campos lucían orgullosos frejoles, maíz y patatas. Ya crecían orgullosos los árboles de ambas regiones, las araucarias y los nogales , y los copihues y los tulipanes adornaban sus espléndidos jardines. 
Ángelo y Ángela paseaban junto a los søndermarkinenses en las tardes de verano.  Cantaban himnos de la vieja tierra mapuche y canciones de Søndermaken y bailaban bajo la luna y las estrellas.Y en invierno, cuando  los vientos nórdicos azotaban sin misericordia, se juntaban todos en el templo del Pillán a comer maquis y nueces...y cantar y bailar.Se amaban y protegían tanto que los habitantes siguieron su ejemplo, aceptaron sus leyes y se dedicaron también a amarse entre ellos.Todo esto causó envidia y reacción en el resto del reino danés. Los políticos, la realeza, la nobleza y el clérigo se reunían en su Folketing a dictar leyes tales como:
1. Pena de muerte para los pardos que se enamoren de los blancos y viceversa.
2. Cárcel perpetua para el que use vestimentas mapuches.
3. Cárcel perpetua para el que lea el AdMapu y entre al templo del demonio (La Casa del Pillán).
 
4. Todas estas leyes serán implementadas por la razón o la fuerza.

El rey de la época ordenó la invasión de Søndermarken y la ejecución de todos los tiernos amantes. Fue una matanza cruel que no figura en los libros de historia. La masacre fue total. Los guerreros mapuches y los soldados søndermarkinenses se defendieron con valentía, pero habían perdido sus instintos y habilidades bélicas y no se atrevían a matar.

 Ángela y Ángelo fueron colgados de un baobab para el escarmiento de todos. Los libros no cuentan que antes de morir, se juraron amor y vida eterna y que pasara lo que pasara seguirían viviendo en las casitas de ladrillo y tejas chilenos por toda la eternidad. Las supersticiosas tropas del reino no se atrevieron a destruir las casitas.Y ahora, todas las noches a las doce, las almas de Ángela y Ángelo salen sonrientes a celebrar su eterno amor. También se unen a ellos los fantasmas de los guerreros mapuches y søndermarkinenses a disfrutar dulces orgías bajo nuevas constelaciones y a celebrar el milagro de aún estar vivos.

FIN

NOTAS

Toqui = jefe guerrero de los mapuches. Al contrario de Cacique, jefe de tiempos de paz.
Mapuches = aborígenes del sur de Chile.
Pillán = dios de los mapuches.
AdMapu = libro sagrado de los mapuches.
Folketing = parlamento danés.


Publicado por REVISTA INTERNENES.COM ESPAÑA
http://internenes.com/index.php?module=recursos&func=jugar&grp=cuentos&pag=12&id=12388

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VOLVIENDO A LAS RAÍCES, EL CAFÉ CIRÉ



Ocurren tantos milagros en el Universo, que no había tenido tiempo de visitar mi querido Café Ciré en la Calle Larga de Valby. Tampoco había visto a mi amigo Niels. Me encaminé esta madrugada por La Calle Larga en dirección al Café
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La Calle Larga de Valby había cambiado un poco. Las hojas de los árboles lucían doradas. Los paseantes no vestían camisetas, shorts y sandalias como de ostumbre, sino parcas y chaquetas. Las mujeres vikingas cubrían sus cabelleras con velos musulmanes. Y las musulmanas no se cubrían sus cabelleras negras. Es el otoño en Escandinavia. El verano 2012  terminó.
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El Café lucía igualito. La gente reía y brindaba. Una nueva orquesta de blues rasgaba el denso humo con una genial interpretación de Mick Jagger, Shes a hard woman to love... El fantasma del viejo almirante chileno inglés Lord Cochrane conversaba con el filósofo alemán Herbert Marcusse. 
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Ante el escenario bailaban James Dean y Edith Piaf cheeck to cheeck y en un rincón oscuro otro filósofo, el sabio danés llamado Kirkegaard, lloraba en silencio. Mi amigo Niels estaba en una de las mesas y se levantó con su jarrito cervecero.
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Bienvenido el hijo pródigo!-. Gran aplauso y silbidos de la concurrencia mientras yo intentaba esconderme detrás de mi recién adquirido half & half grande.
"¿Algo nuevo por aquí?"
"Lo de siempre, viejito. Milagros ad libitum todas las noches. Y la crisis en Europa, se terminaron las Olimpíadas, lo de siempre viejito, lo de siempre. ¡Ah! y el mundo está a dos pasos de una depresión total".
"¡Qué veranazo, no?" agregué yo por decir algo.
Piérre, el garzón francés vino a saludarme "¿Sa va? ¿Monsieur Ián?"
"Sa va, Piérre, como andá le negocié?"
"Ah, tres bien monsieur, tres bién" contestó Piérre sobándose las manos.
Un silencio sepulcral descendió sobre el Café. En la entrada estaba el Ché Guevara, con su uniforme ensangrentado, su boina polvorienta y su cabello ya blanco como su barba intensa. Un teléfono celular en su mano izquierda y un fusil oxidado en la derecha.
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El Ché hizo un rápido reconocimiento del lugar y se dirigió al mesón, cual guerrillero a la defensiva. Pidió una Estrella y se fue a sentar a un rincón solitario.
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Yo no pude perder esa oportunidad y me fui a sentar a su mesa. Él me sonrió "Me acuerdo de vos, pibe. Tú estabas entre las multitudes que me aclamaron en la Plaza de la Revolución en 1959, no?" Yo jamás he estado en la Plaza y por primera vez veía al Ché en persona, si es que se puede decir asi, porque en realidad era un fantasma. Vi y escuché a su compañero Fidel en la Universidad Técnica de Chile en 1972, pero esa es otra historia.
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No me atreví a contradecirlo así que le pregunté sólamente "Cómo va la vida, comandante?".El Ché me miró con sus ojos negrísimos que aún brillaban, se quedó pensando un momento y me respondió "¿La vida? Pensá bien, pibe. Pensá BIEN!".
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Agachó la cabeza y me murmuró mientras movía los ojos hacia uno u otro  rincón del café "Estoy un poco confundido, pibe. Veo que el enemigo ha ido ganando terreno de manera abismante. Dónde quedaron los un, dos, tres Vietnam? ¿Dónde están los Patria o Muerte Venceremos? Fidel está muy enfermo y nadie  entiende a Raúl. ¿Africa? ¿China...? ¿Qué sucede pibe, que está sucediendo?"
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El Che se tosió violentamente. Le presté mi inhalador antiasmático y se calmó. La concurrencia también estaba silenciosa. Algo inexplicable estaba ocurriendo en el Café.
La verdad es que yo, un hombre de izquierda y aún creyendo en una sociedad más justa y socialista, estaba tan confundido como él. Aquí estaba uno de los maestros pidiéndome consejo a mí, un inmigrante chileno pobre e ignorante.
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El Ché se levantó abrumado de la mesa, y antes de desaparecer por la puerta de entrada, se volvió hacia nosotros y gritó "Gloria eterna a los heroes de la revolución mundial!" Lo que a mi me causó un poco de vergüenza ajena. Y desapareció.
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 La conversa y los clics de los brIndis y la música subieron a su volumen
habitual. Me fui a sentar donde mi amigo Niels. "¿Qué hablaste con el Ché Guevara"? me preguntó. "En realidad no mucho" le contesté.
Niels estaba sentado junto al fantasma de Frank Sinatra, quien insistía en
interrumpir a la soberbia orquesta con un desafinado Strangers in the night. Estaba borrachísimo.  Era un tipo muy desagradable y altanero, constaté.
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Por la puerta entraron doce guerrilleros a lo Ché, preguntando por la dirección del Cuartel Moncada y si habíamos visto al comandante.  Frank Sinatra les dijo "I did it MY WAY". Los guerrilleros comentaron entre ellos "Mai HUEY? Pero si eso queda en China, no"?  Y se despidieron desapareciendo alborotados por la puerta de entrada.
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-Me voy a casa- le dije a Niels. Frank Sinatra se puso pesado e insistió en que me quedara, tirándome de la chaqueta y del pelo. Niels también se levantó  de la mesa y nos fuimos caminando por la Calle Larga de Valby. La noche estaba helada, una luna cuarto menguante intentaba iluminar al planeta y por el este se acercaba un carnaval de estrellas.

Ian Welden
5 de octubre 2008.


MARÍA EN EL OLVIDO



Queridas amistades, la  extensión de este relato fue la excusa que varias
revistas literarias virtuales hispanoamericanas dieron para no publicarlo.
Además señalaron que el lenguaje "soez" y su "obsesión por lo sexual" lo hacía
no apto para ser publicado.
Como de costumbre REVISTA PROYECTO SHEREZADE CALIFORNIA rescató mi cuento de las fauces del olvido. http://home.cc.umanitoba.ca/~fernand4/mariaen.html







"Everybody knows that the boat is leaking
Everybody knows that the captain lied
Everybody got this broken feeling
Like their father or their dog just died..."
Leonard Cohen.

Fotografía y diseño de Ian Welden, Valby, Copenhague.

Abro la ventana y me crujen los huesos. Consuelo  diría que debo alegrarme, pues el dolor es una manifestación de vida. Yo le contestaría que hay demasiada muerte en el dolor. Muerte, sopitas y mierda. Me desplazo como caracol desde mi cama para sentarme ante la ventana y observar a los niños que juegan en el patio y a los bellos que robándose besos y caricias desafían el  orden de las cosas. ¡Ah, el sexo benefactor y fértil!  Allá ellos.

Yo fui joven y bella. Y toqué pieles de todos los colores. Pieles suaves y  pieles ásperas. La mía era pálida y frágil. Los hombres se mataban por pasar sus lenguas sedientas por ella. Mi lengua era diestra y nací con el talento de usarla para causar y causarme placeres increíbles.

Lautaro Martín Huenchulán O´Brian, con su pelo irlandés rojo y su piel indómita de indio mapuche, me arrebató de mis ensueños de adolescente. Me hinchó el vientre con cinco hijos fuertes. Ahora van por el planeta multiplicándose como mandó el Señor. Mi amor por él aún lo tengo sujeto a mi corazón cansado Lo amé a pesar de sus borracheras, infidelidades compulsivas y locuras.

"Buenos días,señora María; anoche le cambié los pañales dos veces... ¿se acuerda?"

"No me venga con esas tonteras a estas horas de la mañana, Consuelo. ¿No se acuerda de que yo fui una estrella de cine  idolatrada?"

"Así será, señora, pero ahora déjeme bañarla y vestirla."

"No quiero que me toque!"

"¡Ya, pues! ¡Huele a orina y mierda, señora María!"

"¿Y a quién le importa? ¡A mí, no!"

"Tal vez la visiten sus nietos, uno nunca sabe."

"¿Mis nietos? No me haga reír."

"Bueno, en realidad, lleva ya cinco años aquí y jamás ha recibido visita"

Lautaro murió en un tiroteo en las afueras del cine Windsor. Fue el día del estreno de mi primera película, la que me llevó al estrellato. ¡Éramos tan jóvenes y bellos, Dios mío! Mis hijitos y yo lo vimos morir entre fotógrafos y curiosos. Yo lo alcancé a besar por última vez y sentí su aliento agridulce en mi cara. Vi su alma desconcertada corriendo alrededor de su cuerpo agujereado. Me visitó varias veces después, cuando me miraba en el espejo o estaba en la tina remojando mi desnudez. Desapareció para siempre, creía yo, cuando Esteban Poblete Larraín entró a mi vida por mi puerta principal burlándose de las buenas costumbres y el sexto mandamiento.

Ambos teníamos  veinte años de edad. Mi belleza quitaba el aliento a los hombres. Esteban desterró a mis hijos a una academia militar y cuidó que nada estorbara nuestra loca fiesta de los sentidos. Otros hombres llegaban a mi casa cuando Esteban viajaba por el mundo preparando mis actuaciones y conferencias. Caían a mis pies rogándome mi belleza. Se amenazaban entre ellos y se aliaban en contra de Esteban. Yo reía, gozaba y los despachaba al amanecer.

"¿Qué edad tienes, Consuelo?"
"Dieciocho, señora. ¿Por qué?"
"Eres bonita, ¿sabes? ¿Tienes a un hombre?"
"Su sopa se está enfriando, señora María, ¿quiere que se la dé con cuchara?"
"¿Tal vez tienes muchos?"
"¿Muchos qué, señora?"
"¡HOMBRES, payasa!...."
"Yo recibo mi sueldo para cuidarla y atenderla..."
"¡No seas ridícula, mujer! ¿Sabes que yo fui joven como tú una vez? Pero no tan sólo bonita sino que bellísima. ¿Me crees si te digo que tenía que espantarlos como a moscas?"
"Si necesita algo más toque el timbre, señora María. Debo atender a otros pacientes."
"¡Puta! Eres una maldita puta que se abre de piernas y goza. ¡Dios mío, qué miseria!"

No puedo abrir la ventana. La sopa está fría y llueve como si fuera la última lluvia. Mi espejo devuelve mi rostro con cicatrices que reflejan mis  pecados y traiciones. Mis hijos, con uniformes ridículos, portan metralletas muy grandes para su edad. Mis secretos repugnantes... ¿estaré en el purgatorio? El alma de Lautaro ronda por aquí. Echo tanto de menos mi menstruación y mis dientes.

Esteban llegaba con flores y cheques de países exóticos y con un pene tan rígido que me podía columpiar de él. Y nos filmábamos para luego disfrutar de nuestras hazañas eróticas mientras cenábamos manjares que tan sólo nosotros y algunos monarcas del mundo conocen. Una madrugada las bestias burlaron la guardia y lo mataron. A mí no me tocaron. No lloré para no estropear mi cara maravillosa. Mi corazón se endureció, sí, como una piedra y para siempre. Hay fotos del entierro en los archivos del mundo. Yo sonrío como la Mona Lisa.

Además, Walter Svendsen, un vikingo danés me introdujo una mano hirviendo bajo mi vestido negro y esa misma noche lo contraté como guardaespalda, manager y amante. No saqué a mis hijos de la academia militar pues en esa época exterminaban  gente pobre en países lejanos. Estaba en la cumbre de mi carrera, mi talento y mi belleza.

Pero en las noches cuando Walter dormía, los fantasmas de Lautaro y Esteban entraban al dormitorio desnudos y armados con machetes. Se infligían heridas salvajes en un silencio aterrador. Sólo se escuchaban las navajas rasgando el aire. Desaparecían al amanecer y en el dormitorio quedaba flotando un penetrante hedor a descomposición que Walter atribuía a la maldita flojera de los aseadores.

"Pero señora María, ¡no se tomó la sopa! ¿Quiere que le traiga una papillita bien sabrosa? Ya va a atardecer y tengo que prepararla para la noche."
"Tráeme un pene bien parado mejor..."
"¡Ya! ¿Empezamos de nuevo? Aquí le traigo sus píldoras.La hacen sentirse tranquila, ¿sí?"
"Sí, Consuelita. Es el único placer que me queda en la vida."
"¡Por Dios! ¡Ya se cagó de nuevo! Qué olor, señora... ¿Por qué no me ha llamado antes?"
"Es el olor de Lautaro, Esteban y Walter, Consuelo. Sopa, mierda y dolor pues. Sopa, mierda y muerte..."

Le temo a la muerte porque es una criatura sin respeto. Se entromete en los pocos días que me quedan y me amenaza con la inconsciencia eterna. Se ríe de mis pechos que cuelgan hasta mi ombligo. Se burla de mis nalgas, hoy transformadas en algo parecido a bizcochos averiados. Lloro, a veces, cuando Consuelo me baña y alcanzo a ver la mazamorra que es mi cuerpo en el espejo grande del baño. Esto es un pecado cometido por Dios. O la venganza del diablo. Una venganza cruel e ingeniosa. ¿Qué hora será? ¿Es día o noche? ¿Por qué no viene Walter a visitarme? O Angélica. ¿Dónde estoy?

Me había olvidado de Angélica Morales, la directora y camarógrafa chilena que me abrió las puertas al paraíso y desplazó a Walter de una sola mirada. Él se suicidó y se unió a la confraternidad fantasmal de Lautaro y Esteban. Era la época de la liberación pero también de la represión. Gobiernos militares subían a los tronos llevándose en sus bolsillos la sangre de los desposeídos del mundo. No es que me importara. A mí sólo me importaban mi juventud y la imaginación de Angélica. Ella cumplió sus sensuales promesas más allá de todas mis expectativas. Besar a una mujer es un milagro, quien no haya besado a una, no sabe lo que es tocar el cielo.

Debería confesarme, me diría Consuelo. Si tan sólo supiera... . Angélica también transformó mi fama en mitología con su maestría profesional. Ya no era una estrella de cine adorada sino una diosa. Las multitudes se arrodillaban ante mí y lloraban con fervor. Nos amábamos sin separarnos más de algunos minutos. Mis hijos la odiaban y por ella los expulsé de mi vida sin sospechar que yo ya estaba organizando el alud de soledad que hoy me sepulta.

No sospeché que Angélica y yo  viviríamos juntas veinte años.Tampoco que me traicionaría cuando más la necesitaba. Mi juventud se desvanecía  y mi talento vacilaba ante las cámaras. Mi público me dio las espaldas y ella me abandonó por una estrellita debutante. La lanzó al firmamento, a nuestra cama, y a mi, al tarro de la basura. La historia de siempre sólo que las masacré a balazos con el revólver oxidado de Lautaro Huenchulán. Y la cárcel, bueno, había muchas angélicas. Años y años interminables de angélicas a mi disposición. También insaciables lautaros, estébanes y walters ad libitum. ¡Consuelo!

"¿Llamó, señora María?"
"Quiero morirme ahora, por favor."
"Creo que es mejor que se tome sus píldoras..."
"Y no quiero a un sacerdote ni a mis hijos ni a mis nietos. ¿Tengo nietos, Consuelo?"
"Si, señora. Tiene muchos nietos y nietas según sus papeles."
"Y mis hijos, ¿dónde están?
"Sus cinco hijos murieron por la democracia, señora."
"¿Democracia? ¿Quién es ella? ¿Es tan linda como fui yo?"
"Señora María, tómese sus píldoras y duerma un poco."
"Así que Democracia, los pillos. El mundo siempre gira en torno a una mujer bella con nombre de artista..."

Qué extraño, menstrué esta mañana mientras intentaba abrir la ventana.  Y me salió un nuevo diente. Esto no es como debe ser. No debería ocurrir. Añoro las manos tibias de mi madre y la voz serena y firme de mi padre. Consuelo ha entrado a mi cuarto vestida de novia. Viene del brazo de Lautaro Martín Huenchulán O´Brian quien luce su traje negro y su corbata roja de siempre. Lo escoltan Esteban Poblete Larraín y el vikingo Walter Svendsen. Ambos llevan ametralladoras colgadas de los hombros. Angélica Morales viene entrando con una vela encendida. Yo no puedo hablar ni moverme. Cinco soldaditos  toman posición de combate alrededor de mi cama. Uno de ellos abre la ventana y me sonríe con ternura. Entra una brisa muy fresca, mis huesos crujen y logro cerrar los ojos.

"Allá ellos", alcanzo a pensar.