"Al final, no nos acordaremos tanto de las palabras de nuestros enemigos, sino de los silencios de nuestros amigos." (Martin Luther King, Jr.)
Acostumbro caminar por el bosque de Søndermarken que queda al final de la milagrosa Calle Larga de Valby.
El bosque comenzó como un parque en los años de los vikingos y con el tiempo fue creciendo y extendiéndose hasta ser hoy un bosque maravilloso y extravagante. A su lado está el real Zoológico de Copehague y no hay límites oficiales entre el bosque y el zoológico.
Esta mañana fuimos Niels y yo a pasear por la Calle Larga y nos detuvimos a mirar los milagros de costumbre, había sí una novedad: un chileno llamado Omar afilaba cuchillos de palo. Los herreros le entregaban sus cuchillos de palo, y Omar los transformaba en maravillosos buques embotellados, estatuas de la sirenita, trapelacuchas araucanas y cuchillitos de marfíl. Conversé con Omar y me contó que habia llegado la noche anterior a Dinamarca en un barco francés con tripulación china y oficiales musulmanes. Preguntó en la Real Oficina de Turismo por el mejor lugar milagrero del país, y le contestaron, ¡LA CALLE LARGA DE VALBY, por supuesto!
Omar viene de Puerto Montt y conoce a mi hermano Robinson que también vive allá. Lo que es la vida... ¡Hola Robi, cómo estai? saludos a Kena! ¿Cómo está el viejo puerto? Segumos caminando con Niels y entramos al bosque. Como siempre a mediodía, habían loros y papagayos en las ramas, tomando sol junto a los simios. Pequeños monos y amables gorilas se paseaban también de liana en liana. Entre los árboles y cerca de la Gran Fuente habían paseantes alimentando a gacelas y avestruces.
Yo llevaba mi cámara fotográfica por si encontraba algo novedoso. Hasta ahora era el paraíso maravilloso de siempre donde la bondad y el amor y la paz reinan en concordia. Nos introdujimos por un túnel de viñas y salimos al otro lado del bosque donde suelen hang around los conejos. Cientos de estos animalitos hacían el amor, conversaban, tomaban sol o simplemente disfrutaban del milagro de estar vivos. Los conejos son conocidos por su temor y timidez ante otras especies del bosque incluyendo, por supuesto, a los humanos. Pero nuestra presencia no los asustó y pude tomar varias fotos muy buenas.
En un momento entró un pequeño venado al recinto y los conejos se pusieron en pie de alerta. Se juntaron todos en un sólo grupo macizo y comenzaron a aullar para espantar al venado. Un pequeño cachorrito conejo quedó solo en el pasto, aullando y llorando. El venado se apresuró a él y lo consoló con un beso. Niels y yo nos volvimos caminando a nuestras casas. Niels a tomar la siesta y yo a revelar mis fotos, de la cual la mejor es la de arriba. Chao.
Publicado por REVISTA INTERNENES ESPAÑA
http://internenes.com/index.php?module=recursos&func=jugar&grp=cuentos&pag=12&id=12393
Me adentraron tus palabras en ese tu bosque. Mientras lo recorríamos pude sorprenderme con el color de los papagayos, sonreír un tanto pñicaramente al ver esa fruición sexual y la solidaridad de los desinhibidos conejos. Luego, sonreí complacida ante la llegada de ese venado que viene a confirmar que la corpulencia de un cuerpo no es, sino un almacén para la ternura. Mientras todo esto sucedía, por entre las ramas frondosas y húmedas se colaba una tibia luz otoñal que, cálidamente, acariciaba mi piel.
ResponderBorrarAbrazotes en ésta que parece va a ser la última mañana cálida de otoño en estas tierras de la vieja Castilla, Ian.
Quise decir sonreír un tanto pícaramente, Ian. La ñ, que es muy reivindicativa y se empeña en estar en todas partes...O tal vez mis dedos, no sé...
ResponderBorrar:D lo leí, Ian, pese a la advertencia.
ResponderBorrarNo me importa cuidar a cien conejos, ya cuido, ni te digo la cantidad de lo escandalosa que es, de perros y gatos abandonados.
Esas amistades son sublimes.
Los venados y los conejos son amigos, así como lo son las garzas y los caballos.
Tierno, hermoso y conmovedor.
Besos Ian, y felices paseos por la calle Larga de Valvy
Una vivencia preciosa Ian, y de la foto que decir, es tan tierna. Capturaste un momento muy dulce.
ResponderBorrarBesitos y abrazos.
Todos tus relatos me dejan con la boca abierta, pero este, al estar tan sensibilizada con los animales, me ha calado en lo más hondo, y la imagen es tierna, muy linda ian, gracias por compartir historias tan lindas.un beso desde mi querida España.
ResponderBorrarHermosa fotografía de la naturaleza en su prodigio de cuidar y atender al desamparado, hermoso también el relato que nos narras con tanta ternura, y es que en la naturaleza los prodigios y el milagro son cosas de todos los días, un besito y gracias miles por tu cariño y simpatía...
ResponderBorrar