Fotografía y diseño gráfico de Ian Welden |
Ayer encontré a Camila en la Calle Larga de Valby. Es hija de mi amigo chileno Pedro Ramírez. Pedro llegó a Dinamarca con su familia buscó asilo político a comienzos de 1990. Ella nació en Copenhague hace quince años.
La llamo "Camila de la soledad" porque no tiene
amistades y se refugia en su cuartito del departamento en Valby. O
sale en bicicleta a visitar a su padre. Él sufre de síndrome de adicción alcohólica; es alcohólico.
Tanto su hija como su esposa, Rosa, han vivido muchos años de pesadilla. No hay "amigotes" ni
"palizas", pero sus alucinaciones son tan fuertes que es afortunado
de estar vivo aún. Hay deterioro crónico y acelerado del hígado y los
intestinos. Hay incapacidad de trabajo e incapacidad para aceptar la realidad.
La invité a tomar un helado. Me contó que su padre está nuevamente internado
en el Hospital Psiquiátrico del Reino de Dinamarca. Estuvo sin beber
alcohol por cinco días y las alucinaciones causadas por las
abstinencias obligaron que llamar a la ambulancia. El médico de turno les dijo que no entendía por qué Pedro
aún estaba vivo.
Camila lloró sobre mi hombro y me dijo que su
madre no quería visitarlo más en el hospital. Que ya no tenía energías. Rosa
sufre de una depresión aguda y sin embargo asiste diariamente a su trabajo en un asilo de ancianos donde realiza el aseo
Pedro recibe un subsidio del Estado por enfermedad .
Camila sufre tambén de una depresión crónica y recibe
medicina. Va al colegio, hace sus tareas y sale a bicicletear. No
quiere hablar con sus compañeros y compañeras de curso. Se avergüenza de su
padre. Todos están enterados; los profesores también.
Me dijo: "La
sociedad es hipócrita, Ian. El alcohol debería estar prohibido, así como la
marihuana y la heroína. El alcohol es una droga que mata. Y una
botella de vodka cuesta tanto como una cajetilla de cigarrillos. Está lleno de reglas sobre no fumar y está mal visto, o ilegal, fumar en la
calle y ahora están intentando hacer una ley que prohiba fumar en la propia
casa de uno. Y las revistas o la televisión, están llenas de
publicidad: whisky, Vodka, Aguardiente. Uno va a comprar pan al súper y ahí
están las repisas llenas de botellas las veinticuatro horas del día!
¡Mierda!".
Yo no supe qué decirle. Tiene toda la razón.
Descargó su ira y su pena: "Todos
piensan que ser alcohólico es una cosa feliz, irresponsable o mezquina.
"El Borrachito contento e irresponsable" dicen. ¡La gente es ignorante! Mis compañeros de curso se burlan de mí. A mi mamá le hacen la vida
imposible en su trabajo!
Me avergüenzo de mi padre, pero también me da una pena
terrible. ¡Le tengo miedo y lo quiero tanto! ¡Tanto!
Y se fue bicicleteando hasta desaparecer en el horizonte.
Fui a ver a Pedro al hospital. Se alegró como un niñito. Lo
tenían saturado de calmantes y lo peor ya había pasado. Esta vez lo
internarán por un año o dos, me dijo el médico jefe. Han
descubierto que Pedro desde pequeño ha sufrido de algo llamado
"dolencia psicotípica" y que afecta a la gran mayoría de hombres con adicción
alcohólica. O al revés: los hombres con psicosis típica usan alcohol para
aliviar los síntomas, que son depresión aguda, angustia, pánico y
alucinaciones.
Publicado por REVISTA INTERNENES ESPAÑA
http://internenes.com/index.php?module=recursos&func=jugar&grp=cuentos&pag=12&id=12396
Un relato magníficamente escrito acerca de la terrible adicción al alcohol.Tus peronajes son muy vivos y el que habla en primera persona es un erudito que nos da lecciones muy importantes a tus lector@s. Bravo Ían.
ResponderBorrarQuién es el guapo de la fotografía?
Sylvia
Iam,consigues que me vea y crea en tus historias,amigo...
ResponderBorrarCamila de la soledad, un digno y entrañable personaje,que sufre el alcoholismo de su padre...Cuántos casos existirán asi,familias enteras sufriendo por uno de sus miembros,realmente cada casa es un mundo,amigo.
Mi gratitud y mi abrazo inmenso por compartir tus buenos posts,Iam.
FELIZ TARDE NOCHE...HÚMEDA Y LLUVIOSA EN MADRID.
M.Jesús