lunes, 3 de diciembre de 2012

SERES EN LA SOMBRA

Querid@s amistades, este relato  de la vida real no es apto para niños.
Ian Welden,



Anoche ocurrió una tragedia en el vecindario . Gritos y sirenas me despertaron  y vi, por el ventanal, cinco automóviles de la policía y una ambulancia.
                             
Salí y me encontré con mi amigo Niels Winter.  Algunos vecinos como los congoleses Bonji, el Milico, la Chancha, el Ciclista solitario, y muchos más locos de mi barrio salieron  en pijamas o batas de levantarse. La policía había arrestado a  un joven, quien tiritaba sobre una camilla .Estaba esposado y lloraba amargamente.

 Era Christian Jensen, un jovencito que  asaltaba cuando viví en El Puente del Oeste, el barrio de los inmigrantes, las prostitutas y las pandillas criminales. Christian , de unos diez años de edad en ese tiempo, ya era drogadicto. A veces conversábamos.  Me contó sobre su vida  sin padres y su odio al mundo... A él le gustaba escuchar historias de Chile. Quería viajar a USA, China, India...

Necesitaba escapar de su vida de pesadilla.

Y anoche, aquí en Valby, se retorcía de espanto mientras hablaba incoherencias. "Ian!" me dijo, "Dame la mano! ¡Estoy solo!".

Un policía  me preguntó si yo  lo conocía. Le expliqué y me dejó aproximarme a Christian. Le hice cariño en la cabeza, su pelo estaba inmundo. Uno de los paramédicos le estaba inyectando un tranquilizante. Era evidente
Fotografía y collage de Ian Welden, Copenhague 1997
que sufría de abstinencias  por falta de droga

El policía me contó que Christian había asesinado a un anciano médico. Con un bate de
baseball le destrozó el cráneo y luego lo apuñaló. Estaba buscando anfetaminas o morfina.No encontró drogas. Luego intentó entrar al consultorio del doctor Hansen, un vecino nuestro. El policía me
preguntó si quería acompañar a Christian al Hospital Psiquiátrico de Copenhague.

Acepté, tal vez por compasión o por
curiosidad...

El viaje en la ambulancia fue lento. Un oficial escribía algún informe y un paramédico controlaba a Christian. Este me hablaba en medio de su delirio. "Viejito lindo, mira que venir a encontrarte en Valby. Yo creía que ya te habías
vuelto a Brasil... Siempre me he acordado de ti. Un día  te fuiste del Puente...
Yo me estoy muriendo viejito, lo sé. Mejor morirme aquí que en la cama..."

En el hospital lo internaron de emergencia. Un doctor me preguntó por él, si era pariente mío, si sabía cuál era su dosis habitual. Le expliqué la situación y me dijo que volvería en dos minutos pero no volvió.

No habían asientos libres. Me paseé como todos los otros pacientes, personal y algunos
parientes. No era fácil distinguir quién era quién.

Una anciana vestida de blanco me dijo con voz amable "Disculpe la espera. Soy la doctora jefa. Mucho gusto. He examinado a su perrito Nikky y lamento informarle que ha muerto. Aleluya! Aleluya!". Y se alejó por un pasillo levantando los brazos al son de sus aleluyas.

Una mujer joven me tocó el hombro y me susurró: "No le vayas a decir a nadie, pero yo estoy aquí porque me sorprendieron haciendo juegos sexuales con Obama. En realidad estoy de incógnito, shhhh... me llamo Britney Spiers, tengo un tatuaje aquí..." Y se levantó el vestido y me mostró las nalgas cubiertas de excremento.

Un viejito deambulaba  mientras gritaba incongruencias. Sonreía y gritaba en castellano "Yo tengo un amigo en Cuba! Se llama Fidel!"

Un  hombre se me acercó gateando e intentó lamerme los zapatos. Chorreaba saliva y olía a podredumbre. Una mujer lloraba en un rincón mientras se  masturbaba exclamando "Peter, no me abandones...".. Esto es lo que llaman la locura pensé. El olor a orina era insoportable.

Era la sombra de la vida. Era como una escena dantesca.

Se me acercó un jovencito calvo, con un aro en una oreja y un tatuaje que decía love your brain (ama a tu cerebro) en el brazo derecho. Me sonrió y me informó que mi amigo había muerto. Yo le di la espalda y caminé hacia la salida.

Me persiguió  y  me preguntó si yo era Ian, el amigo de Christian. Me dijo que era el médico de guardia. Yo, por confundido, le pedí que se identificara. Puso cara de disculpa y me mostró su tarjeta de médico. Quiso hacerme algunas preguntas pero  salí rápidamente del hospital y tomé un bus de regreso a mi casa

Y ahí estaban todos mis locos esperándome. Mi vecino Niels, Los siempre sonrientes congoleses Bonji, La Chancha, El Milico, El Ciclista Solitario, el Jabalí Sueco...

Regresé a mi Calle Larga de Valby y sus locos milagreros. A mi pequeño y calentito departamento con olor a cardenales y tabaco. Lloré de alegría y compasión. De impotencia, rabia, pero sobre todo de alivio.



Publicado por Gabriel Impaglione REVISTA ISLA NEGRA ESPAÑA
http://isla_negra.zoomblog.com/archivo/2009/03/14/ian-welden-Dinamarca.html

10 comentarios:

  1. Un angustioso viaje por los laberintos de la mente.
    Saludos

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  2. Estremecedor relato, amigo Ian. Daría mucho juego para ser el guión de una gran película.

    Un abrazo

    FINA

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  3. Un buen relato, me ha gustado mucho.
    Un gran saludo.

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  4. ¡Enhorabuena! Un gran relato que por ficticio que parezca, nos acerca al infierno vivido por muchos congéneres nuestros, marginados y excluidos de un gran mundo, donde sólo se admiten y toleran el poder y la autoridad de los superhombres...el resto pertenecen al mundo de los desahuciados cuyas esperanzas, en ocasiones, se vieron truncadas, por causas ajenas a ellos.

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  5. Estremecedor relato mi estimado amigo. No está lejos de la realidad de cualquier hospital psiquiátrico. Soy profesional de la salud mental y casos así existen muchísimos, aunque pensemos que sólo aparecen en historias ficticias. Cuantos chicos como Christian sumergidos en la marginalidad y cuyas vidas son infernales.... Una sociedad más justa evitaría tanto sufrimiento, pero pensar en esa posibilidad si que es un cuento... lamentablemente. Te dejo muchos cariños. Feliz martes!

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  6. Es una pena que pasen estas cosas, pero desgraciadamente pasan...Muy buen relato Ian, me encanta tu forma de dibujar las situaciones, mis felicitacions.Un abrazo.

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  7. Iam,creo haber entendido que este relato es real...Si es así,has sido un ángel para ese chico en los últimos momentos de su vida...Tremenda experiencia por esos hospitales de la vida,salas del infierno,que te harían pasar un mal rato...Me alegro de tu vuelta a casa junto a todos los que quieres...En el mundo hay muchos mundos,sin duda.
    Mi felicitación y mi abrazo inmenso por tu amor a las letras,compañero.
    M.Jesús

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  8. ...Y si no es real lo hiciste de maravilla,Iam,de verdad.
    Feliz noche,amigo.
    M.Jesús

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  9. Has generado un relato,donde cada linea está escrita con expectación y has sabido darle ese suspense que hace que una publicaciòn se lea hasta el final. Enhorabuena.

    un abrazo

    fus

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  10. Ese joven llego a asesinar por su adicción, terrible

    El contacto con enfermos mentales es tremendo, por razones de trabajo suelo ir al un hospital psiquiatrico, uno de los mayores de Argentina, me da tanta pena
    Abrazo

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