lunes, 30 de abril de 2012

LA CASONA DE MI MARIPOSA





Tanto capullo tibio
ha quedado abandonado
en la vieja casona
desde que mi mariposa voló.
Tanto silencio muy callado
dormita en los rincones heridos.
Las ventanas lloran
las escalas se enredan
los goznes gimen
la chimenea se estremece de frío.
Afuera en el triste jardín
las flores se niegan a perfumar
los árboles murmuran cansados
canciones de nidos vacíos
mientras que yo espero y espero
vestido con mis mejores telas de arañas
el regreso de mi amada mariposita

Fotografía de Ian Welden.

4 comentarios:

  1. hermoso y entrañable poema Ían!!
    y es que esa mariposita despierta mucha ternura
    como biscochitos con mazapán


    besitos y fleiz 1 de mayo

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    1. claro que el hablante lleva dolor,por la ausencia, pero debería guardar los rayitos tan prístinos que ella le brindó

      ;)

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  2. Ian, admiro cuando un hombre es capaz de demostrar su lado cálido y afectuoso. Los padres sabemos que los hijos son amores prestados, avecitas que en algún momento emprenderán el vuelo, para dejarnos de compañía los miles de recuerdos compartidos.
    Eres un ser muy dulce. Un gran abrazo para ti.

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